El calor de tus manos...

Era de noche, pasadas las 10, se podía respirar el frío del ambiente, la habitación con una luz tenue, María ha estado inconsciente por varios minutos.

Abre los ojos.

Mamá perdóname.

- Guarda silencio.

Abrázame Mami no me sueltes.

- Aquí estoy contigo siempre lo he estado.

No siento mis piernas ni mis manos mamá.

- Debes ser fuerte, has perdido mucha sangre.

Mi vida se ha convertido en soledad y en oscuridad.

- Aún tienes muchas cosas por hacer. Pronto estarás bien. ¿Recuerdas la historia de la princesa que se convirtió en una mariposa azul?

Sí, me la contabas por las noches antes de dormir.

- Tu eres esa mariposa, no lo olvides!!! Aún tienes mucho que volar, y mucho por vivir.

Solo quería volver a ser feliz, solo quería sentir el calor de tus manos, el dulce beso de buenas noches, solo quería escuchar tu vos…
(Llorando) Te extraño mama… ¿por qué tuviste que morir?

Al cuarto entran dos personas con una camilla, encuentran el cuerpo casi inerte de María.

Aún tiene pulso…

La suben a la camilla, suena la sirena de la ambulancia y van rumbo al hospital.

Aún hay luz, una inmensa luz que desde arriba la cuida.

SoLdemedianoXe.

El canto del grillo...

En lo alto de las montañas, donde las flores bailan al ritmo del viento y el paisaje luminoso se extiende hacia el horizonte, estaba un enorme castillo del reino de Drimrill.

En el reino había un grillito que estaba enamorado de la princesa, todas las noches le cantaba sus mejores melodías.

Una noche la princesa lloraba en la orilla de su cama lamentándose sobre su destino:

-- "casarse con un príncipe al que no quería".

Afligido por la tristeza de la princesa se acercó a ella; y ella al verlo lo tomo entre sus manos…

-- Oh si fuera como tú. Sería libre!!! Dijo.

El grillo esa noche cantó como nunca, deseando de corazón convertir los sueños de la princesa en realidad.

La princesa escucho al grillo hasta quedarse dormida.

Al amanecer el pequeño grillo abrió los ojos.

-- Su sorpresa…

La más linda Mariposa Azul que jamás había visto.

SoLdemedianoXe.

El sabor de la noche...

En un rincón de la ciudad, tomados de la mano observan la luna, las estrellas y el firmamento. Sienten la delicadeza del viento y el frío de la noche.

-- Él escucha el corazón de su pareja, su respiración, el olor de su piel y hasta sus pensamientos.

-- Ella con una sonrisa le acaricia el cabello, cruzan miradas y el tiempo en un instante se detiene... se acerca y le da un beso prolongado...

-- Silencio!!!

-- Él contempla la luna, la mira fijamente a los ojos y sutilmente le da un beso en la frente.

-- Ella cierra los ojos.

-- Él se pasa la lengua por los colmillos, se aproxima a su garganta y en un par de minutos bebe su sangre…

-- Se limpia los labios, deja una rosa roja sobre el cuerpo inerte y se pierde en la oscuridad de la noche.

SoLdemedianoXe.

Perdida en la noche...

La noche estaba cubierta de bruma y el frío asolaba las calles.

Emily estaba saliendo del trabajo, eran alrededor de las 9.30, tomó la chaqueta, un par de guantes y emprendió el viaje a casa.

A un par de cuadras cerca de su casa pudo observar que alguien iba caminando en la misma dirección. Pero, mientras iba acercándose se percató de que era una niña quien iba arrastrando un conejito de peluche.

Hey niña!!! ¿dónde vives? Preguntó.

La niña en llanto respondió que estaba perdida.

Su rostro dulce y tierno, rizos dorados colgaban sobre sus hombros, unos ojos hermosos y cautivadores.

La tomo de la mano y la llevó a su apartamento, “Todo va a estar bien” le susurro con un guiño.

¿Qué quieres que te prepare de comer?

La niña saltó sobre su presa y devoró su banquete en minutos...

...tomo su conejo y se marchó.

SoLdemedianoXe.

A la orilla del mar...

Cada tarde la pareja de ancianos disfrutaban el atardecer en el muelle, esperaban con ansias la puesta del sol, observaban los tonos anaranjados al caer la tarde y disfrutaban las primeras estrellas que aparecían parpadeando en el manto de la negra noche.

Él contaba historias extraordinarias sobre viajes y ciudades, le escribía versos y endulzaba las horas con cariño.

Ella escuchaba atenta cada palabra y el azul de sus ojos brillaba como manifestación de sorpresa y encanto. Tomaba su mano y observaba el pasar de los años en cada arruga de su piel, le besaba una mejilla y  recogía el blanco de sus cabellos.

“Te Amo” le susurraba al oído.

Cerca de la media noche él tomaba su sombrero le daba un beso de buena noche a su amada y le decía “Hasta mañana mi amor”

Él a paso lento regresaba a su hogar…

Ella al fondo del mar.

SoldemedianoXe